

"Manes Julii Caesaris paucis diebus aderant — “O, most bloody sight!” — cum Ioannes McCainus, mavericus et veteranus captivusque Belli Francoindosinini, et Sara Palina, barracuda borealis, qui sneerare amant Baracum Obamam causa oratorii, pillorant ut demagogi veri, Africanum-Americanum senatorem Terrae Lincolni, ad Republicanas rallias.
Rabidi subcanes candidati, pretendant “no orator as Brutis is,” ut “stir men’s blood” et disturbant mentes populi ad “a sudden flood of mutiny,” ut Wilhelmus Shakespearus scripsit.
Cum Quirites Americani ad rallias Republicanas audiunt nomen Baraci Husseini Obamae, clamant “Mortem!” “Amator terroris!” “Socialiste!” “Bomba Obamam!” “Obama est Arabus!” “Caput excidi!” tempus sit rabble-rouseribus desistere “Smear Talk Express,” ut Stephanus Colbertus dixit. Obama demonatus est tamquam Musulmanus-Manchurianus candidatus — civis “collo-cerviciliaris” ad ralliam Floridianam Palinae exhabet mascum Obamae ut Luciferis.
Obama non queretur high-tech lynching. Sed secreto-serventes agentes nervosissmi sunt.
Vix quisque audivit nomen “Palinae” ante lunibus paucis. Surgivit ex suo tanning bed ad silvas in Terram Eskimorum, rogans quis sit traitorosus, ominosus, scurrilosus, periculosus amator LXs terroris criminalisque Chicagoani? Tu betchus!
“Caeca ambitio Obamana,” novum rumorem Palina McCainusque dixit. “Cum utilis, Obama laborat cum amatore terroris Wilhelmo Ayro. Cum putatus, perjuravit.” McCainianus bossus maximus Francus Keatinx vocat Obamam, “plebeium,” et ut iuvenum snifferendum cocaini minimi (“a little blow.”)
Cum Primus Dudus, spousus Palinanus, culpari attemptaret “Centurionem-Gate,” judices Terrae Santae Elvorumque castigat gubernatricem Palinam de abusu auctoritatis per familiam revengendum.
Tamen Sara et Ioannes bury Obama, not praise him. Maverici, ut capiunt auxilium de friga-domina, hench-femina, Cynthia McCaina Birrabaronessa, (quae culpat Obamam periculandi suum filum in Babylonia), brazen-iter distractant mentes populares de minimissimis IV 0 I K.ibus, deminutione “Motorum Omnium,” et Depressione Magna II.0. Omnes de Georgio Busio Secundo colossale goofballo. “V” (because there’s no W. in Latin) etiam duxit per disastrum ad gymnasium.
Gubernatrix (prope Russia) Palina, spectans candidaciam MMXII, post multam educationem cum Kissingro et post multam parodiam de Sabbatis Nocte Vivo atque de Tina Feia, ferociter vituperat Obamam, ut supralupocidit (aerial shooting of wolves) in Hyperborea.
Vilmingtoni, in Ohionem, McCain’s Mean Girl (Ferox Puella) defendit se gladiatricem politicam esse: “Pauci dicant, O Jupiter, te negativam esse. Non, negativa non sum, sed verissima.” Talk about lipsticka in porcam! Quasi Leeus Atwater de oppugnatione Busii Primi ad Dukakem: “non negativus, sed comparativus.”
El New York Times se atreve con un artículo de opinión en latín (aunque también en latín) en el que compara la caida del Imperio Romano con la situación actual del sistema político-financiero de Estados Unidos.
Mi veredicto: 4,5 chuthulufantes
Synecdoche, New York (Charlie Kaufman, 2008): El diretor teatral Caden Cotard vive obsesionado con la enfermedad y la muerte. Cuando su mujer le abandona y se lleva con ella a la hija que ambos tienen en común. Caden entra en una crisis existencial y creativa de la que no consigue escapar.
Durante la primera parte de la película se intuye un buen guión y una gran historia, que finalmente se diluye en una excesiva reflexión sobre el cine dentro del cine, el arte dentro del arte. Ideas buenas que se pierden en una dirección torpe, que convierten la película en algo aburrido, solo apto para guionistas, que verán como todas sus preocupaciones y anhelos son reflejados en la vida y obras de su protagonista.
Aunque no le faltan ideas, diálogos y escenas increiblemente buenas, el resultado final es flojo, como un problema matemático bien desarrollado, pero con fallos en su proceso que inevitablemente llevan a un resultado incorrecto. Personalmente, la decepción más grande que tuve en todo el festival, ya que esperaba más de la genialidad de este guionista que, parece, le cuesta acabar una película de final inevitable. Da gusto ver como otros con criterio opinan igual.
Mi veredicto: 2 chuthulufantes
Otto, or up with dead people (Bruce LaBruce, 2008): Otto, un jóven y recientemente convertido en zombie, vaga por las calles de Berlín cuando conoce a Medea y decide entrar a formar parte de su película, un film político-porno-zombie-gay. Una simpática gamberrada, aunque bastante más light de lo que esperaba tras escuchar tanto hablar sobre este enfant terrible del homo punk que es el canadiense Bruce LaBruce.
Una forma entretenida de pasar el rato con una película sin más pretensión que la de reirse del cine y de los personajes que rondan sus alrededores, todo ello mezclado con zombies gays, !qué más se puede pedir!.
Camiseta que no tiene nada que ver con el tema
"En 1972 se estrenó una película que convulsionó la realidad social estadounidense: Garganta Profunda. Considerada la película más rentable de todos los tiempos (costó 25.000$ y llegó a recaudar 600 millones de dólares), Garganta Profunda fue más que una excitante curiosidad y un gran éxito de taquilla. Estrenada en el mismo momento en que los movimientos nacionales para la liberación sexual, la igualdad de derechos y los valores contraculturales estaban alcanzando su punto álgido, esta película sexualmente explícita se convirtió inesperadamente en el epicentro de una tormenta social y política sin precedentes. El gobierno de Nixon y el FBI iniciaron una cruzada contra la película y sus creadores a los que acusaban de pornografía y obscenidad, lo que provocó una fuerte controversia entre lo que algunos consideraron protección de la moral estadounidense y otros una intolerable práctica de censura y vulneración de los derechos de los ciudadanos."
Inside Deep Throath (2005) no es un simple documental sobre la historia de Garganta Profunda y sus actores y participantes, sino que es una análisis del momento social y política en Estados Unidos, una breve historia de la moral a través de la pornografía.
A la pila de pelis pendientes