No así el cajero automático, invento que vendió a Citybank en 1939, pero apenas tuvo demanda, por lo visto los pocos clientes de los cajeros automáticos eran, según palabras del propio inventor, "un pequeño grupo de jugadores y prostitutas que no querían tratar con el banco cara a cara".
Con el tiempo todos nos debimos volver un poco proxenetas porque cuanto menos tengo que ver a los que trabajan en el banco más feliz soy.
3 comentarios:
¿Se extrae pues de esa máxima que las máquinas expendedoras de vedidas fueron utilizadas en su inicio por alcohólicos y las de preservativos por las mismas prostitutas y proxenetas que habían de sacar capital del cajero automático previamente?
prostitutas las máquinas!! siempre que las visitamos nos cuesta 20€ (como mínimo)
A ver cuando nos meten un buen chip subcutáneo y podemos salir de casa sin dinero ni tarjetas.
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