Hoy comienzan las vacaciones, por eso hay más trbajo que nunca de modo que sin más dilación:
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Asistimos hoy en día a la criminalización de los videojuegos, abundan las noticias de juegos censurados en diferentes partes del mundo por su violencia explícita, ya que, según algunos, pueden provocar conductas violentas en los niños.
Sin embargo, según algunos psicólogos y pedagogos, los niños son capaces de diferenciar que la animación –los dibujos animados- son ficciones y, por lo tanto, no se puede emular lo que sucede en una serie de dibujos; de la misma manera el mecanismo se reproduce en los videojuegos.
No voy a entrar en la cuestión de lo absurdo de juzgar como causantes de la violencia entre la infancia y juventud a los videojuegos o a Naruto, porque simplemente me parece que no tiene fundamento. Desde tiempos inmemoriales se han demonizado a diferentes expresiones culturales, bien porque en una determinada época suponían un peligro para el poder establecido, o bien por el desconocimiento para ciertas clases de personas.
Frederic Wertham, del que hablaré más adelante también, fue abogado de Albert Fish, un hombre acusado de asesinar a 15 niños. La familia de este personaje tenía una largo historial de enfermedades mentales de todo tipo, alcoholismo e hidrocefalia. Sin embargo Frederic Wertham, que trabajaba junto al abogado, en la defensa de este asesino alegó que su cliente sufría de una demencia provocada por la lectura de literatura sádica. Entre su colección de novelas se encontraban algunos clásicos como Edgar Allan Poe. Puede parece un caso extremo, pero en su época no resultó tan extraño. Hace algunos años presenciamos un caso similar en España con el asesinato de un hombre que esperaba al autobús, a manos de un psicópata que daba la casualidad de que tenía entre sus aficiones jugar a rol.
Desde tiempos inmemoriales centenares de libros han sido prohibidos, incluso quemados. El cine se ha demonizado como cualquier otra expresión cultural, mientras que el que durante mucho tiempo fue permitido era pura propaganda política, como ejemplo el uso de reclutamiento que se dio de él en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero volcamos a Frederic Wertham. Tras la defensa del señor Fish, el pobre asesino de niños loco a causa de Poe, Wertham publicó un libro titulado “The seduction of the innocent” en el que culpaba a la cultura popular de los males del mundo, pero sobretodo culpaba a los comics, nidos de vicio y perversión.
Entre sus teorías abundaban la aparición de desnudos de forma oculta, como en los brazos musculazos de héroes o en cortezas de árboles donde se podían percibir la silueta de mujeres desnudas, no solo la homosexualidad de Batman y Robin, sino que además el primero era pedófilo; y que Wonder Woman en realidad era una alusión al masoquismo y el bondage.
Todo ello en el contexto de la fiebre mccarthysta y la ‘caza de brujas’ en Hollywood, unido a una discurso apocalíptico de un experto psiquiatra hizo que la opinión pública pusiera su ojo sobre los tebeos.
Si bien es cierto que no solo fue Wertahm el instigador de la lucha contra los comics, sino que la situación política y social propiciaba mucho el revuelo. En la década de los 40 apareció el primer Comics Code, un baremo que determinaba que comics eran buenos y cuales no y, bajo el cual, debían salir todos los tebeos editados en Estados Unidos. Algunos de los preceptos:
- Los crímenes nunca debían ser mostrados como una forma de crear empatía con el criminal, para promover el desacato a las fuerzas de la ley y la justicia o inspirar a otros a imitar a los criminales.
- Si el crimen es representado deber ser mostrado como sórdido y como una acción desagradable.
- Los criminales no deben ser mostrados como glamorosos o con posiciones sociales que puedan crear deseos de emularlos.
- En todo caso el bien debe vencer al mal y los criminales deben ser castigados
- Las escenas de excesiva violencia serán prohibidas, presencia de excesivas o innecesarias armas, agonía física, serán eliminadas.
- Ningún comic podrá usar la palabra horror en su título
- No puede mostrarse la homosexualidad
- Las escenas de horror, sangre, gore o crímenes, depravación, lujuria, sadismo, masoquismo están prohibidas.
- La imagen de Satán solo podrá ser usada cuando se pretenda dar una lección moral.
- Canibalismo, vampirismo, ghouls, hombres lobos, etc prohibidas.
- Palabras o símbolos obscenos o vulgares prohibidos
- Prohibidos los desnudos
- Prohibidas las escenas de sexo explícito.
- La desnudez de meretrices y posturas obscenas no estarán permitidas en la publicidad de ningún producto, los ropajes nunca podrán ser mostrados como una ofensa al buen gusto y la moral.
Podeis ver el texto original del Comics Code aquí
En definitiva, todo lo divertido fue eliminado provocando una época muy oscura para los comics en Estados Unidos, donde las ventas descendieron trágicamente, a favor de la forja de un sector empresarial puritano que todavía lucha por curar las heridas.
A pesar de que el Comics Code no era de obligatorio cumplimiento, la mayoría de los distribuidores se negaban a trabajar con productos que no tuvieran su correspondiente sello, por lo que todas las editoras de comic tuvieron que aceptar la censura. Sin embargo, para Wertham no era suficiente el Comics Code que, a su modo de ver, era bastante permisivo en su aplicación. Nada me extraña de un hombre que durante la década de los 50 promovió la quema de comics en grandes hogueras, probablemente se habría sentido más conforme con medidas inquisitoriales que con el Comics Code.
"The lack of respect for human life can begin in childhood in the comparative indifference to torture, mutilation, and death so rife in comic books. The comic books are obscene glorifications of violence and crime, of sadistic and masochistic social attitudes." Frederic Wertham, 1949
Según Scott McCourt
Hasta la actualidad el Comics Code ha sido revisado constantemente, en ocasiones para añadir medidas más permisivas, como la aparición de drogas en ellos. Sin embargo ha ido perdiendo fuerza y hoy en día solo se someten a él Archie Comics (Archie y sus amigos, Sabrina) y algunas serie de DC.
Wertham se especializó en comportamiento criminal, pero especialmente en las cuestiones que ya, durante la infancia, pueden influir en el desarrollo de un criminal adulto. Wertham pensaba firmemente que todas estas expresiones de cultura popular poco interesadas en dar consejos morales eran una mala influencia para la infancia. Para él era lógico pensar que el ver comportamientos inmorales propios de delincuentes o pervertidos en un tebeo podría ser trasladado a la vida real por los lectores en un intento de emular a los personajes que admiraba.
Wertham fue uno de los psiquiatras de su época más mediáticos gracias a la publicación de sus libros. En 1941 escribe el primero de ellos titulado Dark Legend, la historia de un asesino de 17 años con gran cantidad de detalles escabrosos. El análisis de Wertham venía a decir que este adolescente vivia en una oscura fantasía influida por el cine, las radionovelas y los comics.
En realidad Wertham era simplemente un psiquiatra de su época influido por las teorías behavioristas, de modo que viéndolo en contexto de un abogado de criminales aficionados a la lectura y el cine, no es del todo extraño que llegara a una serie de conclusiones. Lo increíble de todo es que pasados más de 50 años de los acontecimientos hoy en día existan gran cantidad de colectivos y medios de comunicación que apoyen este tipo de ideas sobre, ya sean los libros, cine, rol o videojuegos, movimientos retrógrados y alejados de la realidad social.
Parace que la sociedad involuciona hacia un sistema de censura, de reglas estancas y ancladas en normas sociales caducas: la aparición de los neocon, el auge de la derecha, el nuevo puritanismo. !Tembla, el mudno se acaba!.
8 comentarios:
Me resulto extremadamente didáctico la primera vez que lo leí...
Comprendí muchas cosas con respecto al porque los comics son como son...
Esta segunda lectura me ha ayudado a afianzar conocimientos..
Comparto el comentario acerca de lo didactico del Sr Nietzche (ja).
Me lei de rebote el de los neocons (aodoro el tema), y bueno, no comparto ahi su vision. Yo me considero conspiranoico, pero no me adscribo a los conspiranoico (establezco mis lazos y construyo mis globales, pero no entro en historias de fumadores de puros). Es decir, si considero que hay movimientos que encaminan de alguna manera la politica, con el agravante de que son cosas perfectamente publicas a las que sencillamente la gente no presta atencion porque no son tan divertidas como el futbol o el tomate. Por ejemplo, esa impresion de tener un gobierno socialista y que este año, con las modificaciones pasadas de la renta, aquellos que tienen que joderse con contratos basura hayan tenido que pagar una barbaridad por haber cotizado en mas de una empresa.
Vamos, que yo a mi rollo...
"Gracias" al dichoso Comic Code, joyas comiqueras como Historias de la Cripta, Tales of Terror, Weird Science, y demás fueron puestos en el punto de mira y sentenciados a la eliminación, dejando así a varias generaciones huérfanas de posibilidades de evasión imaginesca hasta muchos años después...
Nietzche, se cuenta una anécdota de cuando Joe Quesada (aunque no estoy muy segura de si era él) entro a la dirección de Marvel. Resulta que había una viñeta en la que aparecían dos personas desnudas en una piscina y el organismo del comics code pedía que se eliminara porque sugería una relación sexual entre dos personas . Quesada se negó alegando que eso no era así, porque en otra viñeta se veía a muchas más personas en el mismo lugar, de modo que en cualquier caso lo que eso sugería era una orgía. (más o menos era así).
Goio, yo tampoco soy partidaria de la teoría de la conspiranoia, sin ir más lejos la Escuela de las Américas lleva décadas en funcionamiento de forma pública y parece un hecho olvidado. Sin embargo el control que poseen ciertas clusters corporativos sobre empresas de comunicación también propicia un desconocimiento sobre segun que temas, en España mismo tras cada grupo de comunicación hay una entidad bancaria (y ya sabemos que de esos no nos podemos fiar).
Creo que todos los que vivieron esa época la recuerdan como un periodo muy escaso de creatividad, además de muy aburrido.
Ya, si a mi ultimamente me paga el Opus :D
a mi si las cosas no molestan no me gustan, discos con Parental Advisory, pelis para mayores de 18 y libros con exceso de palabrotas. O si no, nada.
Ya lo dijo Bart Simpson: ¿Para que gastarme unos pavos en un CD si no va a molestar a mi padre?
Y de nuevo lo que asombra no es que surjan locos y se arrejunten entre ellos en su ambito preferido en la actualidad: las asociaciones defensoras de algo, ni que impulsen su grito hacía el cielo siempre que tengan ocasion.
Lo que mas asombra es que haya alguien que les haga caso.
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