XY Nobel

En 1980 el doctor Robert Graham, un excéntrico millonario, tuvo la genial idea de crear un banco de inseminación, pero no un como el resto. La diferencia es que este solo vendería las mejores unidades de esperma, las más listas y rápidas, solo el esperma de los auténticos premios nobel.

Azucar...especias...muchas cosas bonitas...y !la fórmula X!

Una de sus primeras adquisiciones fue el material genético de William Shockley, premio nobel en 1956 por el transistor y estudioso de la eugenesia. Sin embargo el insigne nobel, muerto en 1989, fue menos conocido como gran partidario de la prohibición de la reproducción de los negros porque, según él, provocaba la disminución de coeficiente intelectual de la población americana. Cuando Shockley donó esperma al Banco de Esperma de Genios tenía al menos 70 años, de modo que difícilmente sus campeones llegaran a puerto (menuda ironía).

Durante los 20 años que estuvo en funcionamiento el Banco, hasta la muerte de su creador tras resbalar en la bañera en 1997, se consiguieron crear 217 especímenes (así les llamaban). Quizá el más famoso de ellos sea Doron Blake, un jóven tan listo que pide 1.500$ por entrevista, desde luego es un espabilado. Esta misma mañana lo he visto en un documental con sus jóvenes amigos hablando de lo poco que le cuesta hacer las cosas que para los demás resultan un suplicio, mientras jugaba a Magic con los nerds de sus amigos.

Inteligencia y estilo nunca van de la mano

El Nobel Sperm Bank ofrecía a sus clientas un extenso catálogo con todas sus muestras e información extensa sobre los donantes, sin embargo, tras el primer año de funcionamiento los premios nobel comenzaron a escasear, la mayoría de ellos rechazaban el participar (y es que por algo les han dado un nobel). Entonces comenzaron a recorrer los Estados Unidos con un camioneta con un tanque para contener muestras pidiendo a los tipos más listos del país su colaboración.

La idea del banco era crear niños superlistos, desde luego algunos de los que ví en un documental que pasaron en Odisey lo eran, o al menos eso decían de sí mismos. Desde luego es difícil saber que cantidad es producto de la genética y cual del entorno, la educación. Sin duda todos esos niños estaban predispuestos destacar por su excelencia en el colegio, solo por la actitud de sus progenitores. En caso contrario y siendo EEUU seguro que alguna madre habría demandado al banco de esperma.

El periodista David Plotz realizó una profunda investigación sobre el tema en varias partes que podéis leer en Slate.