El día 11 de julio de 2010, España jugó y ganó su primera final de un mundial de fútbol. 17 millones de espectadores abandonaron las calles para permenece pegados a sus televisiones. Un grupo de más de 350 fotógrafos amateurs de toda españa salieron a la hora del partido para captar esos vacíos que deja la gente en las ciudades con los grandes eventos. Ocasión única para retratar la soledad de ciudades, pueblos y rincones de una España fantasma.
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2 comentarios:
Si los locales donde visionan balompié estuvieran cerrados herméticamente e insonorizados, un servidor ya pagaba para que hubieran partidos todos los días, en vista del clima posapocalíptico que se respiraba en las calles.
Algún que otro zombie para acondicionar hubiese sido ya la repanocha. Aunque, claro, los zombies estaban viendo el partido...
Yo, ignorante de mí, estaba en el tren completamente sola preguntándome que habría pasado.
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