16 de noviembre de 2009

Tell me why I don't like mondays

Hoy iba tranquilamente con mi bicicleta camino del trabajo -no es por eco-moderna, pero es que es más rápido y barato que con cualquier otro medio de transporte- cuando me he subido a la cera. La parada de bicis estaba cerca y me venía mejor; a la vez reducía considerablemente mi velocidad para no molestar a los peatones. Era una cera amplia, con mucho verde, había un par de señores paseando a sus perros, la brisa era agradable. Me parecía una escena idílica para comenzar una mañana de lunes, a pesar de todo los lunes pueden tener sus cosas buenas.

Cuando he pasado cerca de uno de los perro-paseantes este ha exclamado 'Putas bicis' lo suficientemente alto para que pudiera escucharle, pero lo suficientemente bajo como para que no fuera evidente que se dirigía a mí. El hombre me mirada con cara de desprecio mientras yo. incrédula, intentaba imaginar porque tanto odio hacia las bicicletas: quizá un trauma infantil, algún ciclista había pasado por encima de uno de los excrementos de su perro con las consecuentes salpicaduras, le habrían retirado el carnet de bicicas,...

Desde luego nunca llueve a gusto de todos, pero el maldito me ha jodido un buen inicio de día.


2 comentarios:

Anna Blau dijo...

Aii!! Que bé que t'entenc!!

Jo no recordo si també era dilluns, però l'any passat anava beeen lentament perquè també havia "invadit" una vorera i un "senyor" va començar a cridar-me "que estava fins al *"·$&%(* de les bicicletes i que allò era espai dels peatons". =/
Raó en tenia en això de l'espai, però ni jo havia alterat el seu ritme, ni són maneres.

Bona setmana i a seguir pedalejant!! =)

sublibrarian of the year dijo...

Jó pues yo el otro día casi me lío a pitonazos con otro ciclista. El pedal se está madmaxizando.