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El otro día veía un documental sobre el pensamiento lógico y me maravillé ante lo increíblemente estúpidos que somos las personas. Porque, incluso en nuestras decisiones más lógicas, nos dejamos llevar por las emociones primarias. A través de lecturas neurológicas del cerebro, se demostraba una relación directa entre la acción de arriesgar y el miedo a perder; es decir, cuanto más había que perder, más arriesgaban los individuos estudiados. El ser humano es, en parte, autodestructivo, a la vez que siente ansias de vivir (miren, sino, la explicación psicológica para vender Lucky Strike en Mad Men).
A medida que los sistemas políticos han dejado de basar su control en medidas coercitivas, el control población mediante estrategias que apelan a los sentimientos más arraigados en la psique de las personas, han tomado fuerza. Que nos paralizamos ante el miedo es algo conocido por todos y que, a pesar de vivir en sistemas políticos 'participativos', el papel que tiene el ciudadano es pequeño o nulo, para mi es un hecho, de ahí mi decisión de no votar. ¿Es peor vivir bajo el control o ser manipulado sin ser consciente de ello?, la gran pregunta, ¿pastilla azul o pastilla roja, Alicia?
No siento pánico ante la inseguridad en las calles, la delincuencia, el terrorismo o el paro; pero si me da un pavor terrible que se legitime el poder a través del miedo que causa parálisis social y ceguera. Noticias como que el sentimiento de miedo sube, sobretodo en las ciudades más seguras me aterroriza, porque ese sentimiento de miedo no se fundamenta sobre causas racionales, porque cuanta más seguridad hay más terror tenemos de que nos suceda algo, nos aislamos y protegemos, pero no sabemos de quien.
¿Cuantas posibilidades tengo de que un hombre bomba se abalance hacia mí en la cola del supermercado?, ¿y de que me atropelle un coche mientras cruzo mal por la calle por la mañana (cosa que hago casi todas las mañanas)?, ¿y de resbalarme en la ducha?, ¿de morir en un atentado de ETA?, ¿o de gripe aviar, una malvada cepa de gripe australiana o alguna enfermedad nueva por determinar?, ¿asesinada por un gitano-rumano de los que Italia está enviando hacia la península?. Y lo peor de todo es que siento que a mí ya 'me han vendido la moto'.
Si es que hay mañanas que más valdría no leer el periódico...
El otro día veía un documental sobre el pensamiento lógico y me maravillé ante lo increíblemente estúpidos que somos las personas. Porque, incluso en nuestras decisiones más lógicas, nos dejamos llevar por las emociones primarias. A través de lecturas neurológicas del cerebro, se demostraba una relación directa entre la acción de arriesgar y el miedo a perder; es decir, cuanto más había que perder, más arriesgaban los individuos estudiados. El ser humano es, en parte, autodestructivo, a la vez que siente ansias de vivir (miren, sino, la explicación psicológica para vender Lucky Strike en Mad Men).
A medida que los sistemas políticos han dejado de basar su control en medidas coercitivas, el control población mediante estrategias que apelan a los sentimientos más arraigados en la psique de las personas, han tomado fuerza. Que nos paralizamos ante el miedo es algo conocido por todos y que, a pesar de vivir en sistemas políticos 'participativos', el papel que tiene el ciudadano es pequeño o nulo, para mi es un hecho, de ahí mi decisión de no votar. ¿Es peor vivir bajo el control o ser manipulado sin ser consciente de ello?, la gran pregunta, ¿pastilla azul o pastilla roja, Alicia?
No siento pánico ante la inseguridad en las calles, la delincuencia, el terrorismo o el paro; pero si me da un pavor terrible que se legitime el poder a través del miedo que causa parálisis social y ceguera. Noticias como que el sentimiento de miedo sube, sobretodo en las ciudades más seguras me aterroriza, porque ese sentimiento de miedo no se fundamenta sobre causas racionales, porque cuanta más seguridad hay más terror tenemos de que nos suceda algo, nos aislamos y protegemos, pero no sabemos de quien.
¿Cuantas posibilidades tengo de que un hombre bomba se abalance hacia mí en la cola del supermercado?, ¿y de que me atropelle un coche mientras cruzo mal por la calle por la mañana (cosa que hago casi todas las mañanas)?, ¿y de resbalarme en la ducha?, ¿de morir en un atentado de ETA?, ¿o de gripe aviar, una malvada cepa de gripe australiana o alguna enfermedad nueva por determinar?, ¿asesinada por un gitano-rumano de los que Italia está enviando hacia la península?. Y lo peor de todo es que siento que a mí ya 'me han vendido la moto'.
Si es que hay mañanas que más valdría no leer el periódico...
Camiseta que no tiene nada que ver con el tema
3 comentarios:
En el mundo del blanco y negro no hay lugar para los grises… y si dices ser de dicho matiz los negros y los blancos esperan que caigas en desgracia para decirte -"te lo dije"-… uys, ¿esa frase no la decía Caine a Bale en Batman?…
Viva Gandalf el Gris!! (venía a cuento)
Mi primera visita por aquí.
Para mí tampoco es esto "filosofía de bar". ¿Dónde se puede encontrar ese documental?
Por cierto, tengo por ahí CÓMO NOS VENDEN LA MOTO. Bien por Chomsky, pero en realidad y por desgracia, no me pilla de sorpresa.
Buen blog tienes
:-Þ
Yo creo, Askerrit, que hay muchos colores, pero resulta que los blancos y negros son más molestones.
Ángel, pues no sabría decirte, porque lo ví de casualidad en TV3, y ni siquiera sé el título.
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