"The modern concept of tourism is based on the idea of workers using holydays to rejuvenate psychological health damaged by the stress of long periods of work"
The tourism experiencie. Ryan C. (2002). London & New York: Continuum Books
Hay ciertas cosas que son muy deprimentes de pensar.
3 comentarios:
Ser un turista de masas, para mí, equivale a convertirse en un puro americano de los tiempos que corren: foráneo, ignorante, codicioso de algo que nunca se puede tener y decepcionado de una forma que nunca se puede admitir. Implica estropear, en virtud de la pura ontología, la misma cosa no estropeada que uno ha ido a experimentar. Implica imponerse a uno mismo sobre lugares que en todos los sentidos menos el económico serían mejores y más reales si uno no estuviera. Implica, en las colas y en los atascos y en las transacciones sin fin, afrontar una dimensión de uno mismo que resulta tan ineludible como dolorosa: en tanto que turista, te vuelves económicamente significativo pero existencialmente aborrecible, como un insecto posado sobre algo muerto.
David Foster Wallace. Hablemos de langostas p.299
Siempre me ha parecido que el turismo masivo es una perfecta muestra de los males de nuestro tiempo.
Luego viene la ironía de tener que pasar un periodo de tiempo vacacional X con el cónyuge y los retoños, que, a falta de hábito, acaba estresando casi más que haberse quedado laburando.
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