27 de junio de 2007

Experiencias irreales

Poco a poco el ocio se convierte en una campo cada vez más sofisticado. Hace años nos bastaba con quedar con unos amigos, tomar café, ir al cine o jugar al trivial. Pero el abanico de atributos que pedimos a nuestro tiempo de ocio es cada vez mayor, una espectro enorme de experiencias que el servicio debe satisfacer, pero también una excusa para que la experiencia sea cada vez más cara.

Ayer descubrí de casualidad este centro de ocio en Madrid. Simula una cárcel del futuro de la que los jugadores deben escapar, además de completar una misión adicional, está teniendo mucho éxito, ideal para fans de Prision Break. Négone recuerda en cierto modo al ciberpunk, conspiraciones, megacorporaciones, sistemas carcelarios corruptos, plagas, enfermedades y mucho neón.

La biblioteca: Se trata de un espacio de última generación, capricho del actual alcaide que sostiene que la cultura amansa a las fieras. (ponles vídeos de Chuck Norris y todos calladitos)

A cada jugador le dan una especie de 'ordenador' portatil donde puede ir almacenando información y a través del cual se le dan pistas para ir desentrañando los acertijos que se le plantean para poder pasar a la siguiente sala. Además hay una serie de pnj's con una historia propia que pueblan la carcel y ayudan a través de la partida. Está el hacker, en plan netrunner, la periodista, el exmilitar, etc y todos forman parte de un comando de liberación que lucha contra el alcaide y sus secuaces. Ya puestos a mi me gustaría una partida en plan Historia de Ricky.


La gente demanda experiencias que sean tan verídicas o más que el mundo real. Parece que nuestras vidas son insulsas, que es dificil crear emoción en lo cotidiano cuando en el turismo existen personas que piden saber de primera mano que es lo que experimenta un ciudadano mejicano cuando cruza la frontera a Estados Unidos, o, decir no a los hoteles de cinco estrellas para hospedarse en un gulag.

Clientes del Hotel Gulag disfrutando del spa

Desde luego el turismo del sufrimiento es un negocio con una capacidad de atracción del público inmensa, solo por el morbo que provoca ver el lugar donde gente murió, donde se aglutina el sufrimiento de cientos de víctimas, es la tematización del dolor:

" Pocos meses después el entonces alcalde Rudy Giuliani declaró que la Zona Cero era un lugar sagrado y por tanto más apropiado para un memorial que otro edificio de oficinas o como pretexto para el desarrollo económico. Pero al añadir que "si el memorial se hiciera bien vendrían millones y habría todo el desarrollo económico que se quisiera", Giuliani dijo en voz alta lo que muchos pensaban: los desastres son oportunidades para crear algo semejante a los parques temáticos.
". George Yudice.

Banda Aparte: Buildings if Disaster.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, que inquietante. Me recuerda a Cube. Dde verdad que la existencia de este lugar me ha dejado perturbado.

Estrellita Mutante dijo...

Pues a mi me ha parecido bastante divertido. Cuando vaya a Madrid la próxima vez ahí es donde iré.

Higronauta dijo...

Yo me pregunto, con el boom que hubo en los años 90 con los cacharrejos de realidad virtual ociosa, ¿dónde quedó todo aquello? Se le prevía un futuro próximo tal, que no habría echo falta crear espacios como éstos, si no que ataviado con a la moda de El cortador de Cesped, podríamos haber disfrutado de estas maravillas desde nuestros propios hogares...

Estrellita Mutante dijo...

Creo que lo más próximo que estuvo la raza humana de eso es el Quasar, ya ve ustad. Yo que me imaginaba que eso iba a ser como en la serie de VR5 (ya se, por aquel entonces tenía menos criterio incluso que ahora).

Anónimo dijo...

El negone por lo que tengo entendido es una especie de partida de trivial de pie, muy poco recomendado por unas personas de confianza y si te equivocas de salida puedes acabar en la disco Bangaloo, donde sí que lucharás por tu vida y donde el veneno se vviste de etiqueta roja